Me han dicho muchas veces que soy una guerrera, me lo he creído y me he sentido orgullosa de eso. Pero ¿saben? Creo que el discurso de la lucha como tal, en esta etapa de mi vida,  no me interesa. He decidido dejar de luchar y hacer las cosas de otra manera.

Las mujeres hemos vivido, a través de la historia, un montón de transformaciones. Y en el camino aprendimos a ser guerreras, hemos luchado (y aún lo hacemos), por nuestros derechos, por sacar adelante nuestros hogares, por realizar labores que antes nos eran negadas, por ser independientes. Hemos luchado por decidir sobre nuestros cuerpos, si queremos ser madres o no, hemos tenido que luchar, en una sociedad patriarcal, por ser reconocidas y valoradas como personas. Y en esas luchas los logros han sido inmensos.

Ahora escuchamos por todas partes, que luchemos por alcanzar nuestros sueños, ya sean materiales, profesionales, familiares, personales o espirituales. Luchar, luchar y luchar. ¡Qué cansancio!

YA BASTA DE LUCHAR

Pues sí, mis queridas amigas, me cansé de luchar. Y no es que haya tirado la toalla. Nada más alejado de la realidad. A ver si me hago entender. Luchamos por vernos bellas, por estar delgadas, por vernos jóvenes, por ser exitosas, por conseguir pareja y luego por sostener una relación. Luchamos por ser respetadas, por ser poderosas, por ser valoradas.

Y bueno…sé que me quedaron muchas más luchas por nombrar. Ustedes me dirán que esas son luchas válidas y claro que tienen razón. Pero yo me pregunto… ¿será que hay otra manera de alcanzar lo que deseamos o de ir por lo que merecemos de una manera diferente?

DARLE LA VUELTA A LA TORTILLA: LUCHAR MENOS, ACTUAR MÁS.

Les tengo una propuesta: cambiar la palabra LUCHA por ACCIÓN. No crean que vengo a jugar a los eufemismos (verdades dichas de manera suavecita), voy a voltear la tortilla, como dice una canción que estuvo dando vueltas por las redes hace un tiempo.

Les hablo desde mi experiencia, porque he sido una luchadora experta. Por años y años he luchado sin parar y estoy segura de que muchas de ustedes, también lo han hecho, han sido fuertes, han superado cientos de obstáculos y sé que tienen muchos motivos para sentirse orgullosas. Pero…¿no se cansan? Yo si.

Aquí les regalo unas cuantas cosas de las que me harté de luchar:

+ Estoy hasta la coronilla de luchar con mis canas. Ya sea que me las tiña o no, son mi asunto y decido  hacer con ellas lo que quiera. No lucho, actúo, tomo decisiones.

+ Dejé de luchar por ser más o menos delgada. Si cuido mi cuerpo es por mí, sin presiones externas. Si hago deporte es porque me gusta, elijo la forma de alimentación con la que me siento bien. No lucho, actúo, hago elecciones.

+ Mis metas tienen que ver conmigo, no con lo que esperan los demás de mi. Ya sea que quiera escribir un libro, correr una maratón, estudiar algo nuevo, pintar, tener un huerto, viajar. No lucho, actúo, elijo mis metas pensando en mí.

+ No me sacrifico para que me quieran, ni quiero que nadie se sacrifique por mí. Soy como soy le guste a quien le guste. Puedo mejorar en muchos aspectos, pero mi esencia no la cambia nadie. Si no le gusta a los demás, qué le vamos a hacer. No lucho, actúo, elijo ser libre y auténtica.

+ Me rehúso a luchar por ser valorada. Me valoro yo y quien no me valora se lo pierde. Puede seguir su camino. No lucho, actúo, me valoro, no me conformo con migajas.

+ Ya no lucho por conseguir pareja o aguantar una relación tóxica o en la que soy infeliz. Elijo estar o no en pareja. No lucho, actúo, analizo, soy honesta conmigo misma y con los demás, me valoro, hago acuerdos y si no hay forma de hacer acuerdos, tomo decisiones.

NOS HAN ENSEÑADO A SACRIFICARNOS POR LOS DEMÁS,  QUE LA LETRA CON SANGRE ENTRA,  QUE EL SUFRIMIENTO HACE QUE NUESTROS LOGROS SEAN MÁS VALIOSOS. NOS HAN ENSEÑADO QUE PENSAR EN NOSOTRAS MISMAS ES EGOÍSMO.

HOY, EN ESTA ETAPA DE MI VIDA, EN PLENA CINCUENTAÑEZ Y MÁS, ELIJO SER LIBRE, PENSAR EN MI MISMA, EN MI BIENESTAR, PORQUE CUANDO YO ESTOY BIEN, PUEDO ESTAR MEJOR CON LOS DEMÁS, APORTO MÁS, PUEDO VIVIR A MÁXIMO.