Sólo por hoy, como si el hoy no fuera más que suficiente para todo, como si hubiera más, como si el mañana estuviera garantizado. Esto no es una oda a la desesperanza, al contrario, es un canto a esa vida que tenemos justo aquí y ahora. Y claro que podemos hacer planes y dejar cosas para mañana, como la diligencia en el banco, o el informe, o el pago de algunas cuentas, o barrer la casa. Pero hay cosas, que no dan espera, como por ejemplo, VIVIR.

Podría decir que cada artículo de este blog, ha salido de una conversación. Cada día doy gracias a la vida por la PALABRA, por la maravilla de tener ese increíble instrumento de expresión, aprendizaje, comunicación, desahogo, creación. Me gusta conversar, botar corriente, tener charlas que puede que no lleguen a ningún acuerdo y que aparentemente no lleven a ninguna parte, pero siempre llevan, no siempre en ese preciso momento, sino después, cuando me quedo pensando.

Y bueno, andamos con TIEMPO para un montón de cosas, pero, definitivamente, para lo que más tenemos tiempo, es para estar con nosotros mismos. No hay forma de escaparnos, aunque lo intentemos con distractores, con trabajo, con películas. Somos nuestros propios perseguidores, voyeristas de nuestra propia existencia.

El perfeccionismo…¿Una bendición o una maldición?

Las personas que llegamos o pasamos ya por el cumpleaños número 50, especialmente las mujeres, pertenecemos a una generación programada para ser perfectas. La perfecta ama de casa, esposa, madre, trabajadora, hermana, tía, hija, estudiante, jefe, profesional, artista, deportista (disculparán si dejé alguna categoría por fuera). Nos metieron en la cabeza la idea de perfección, algo imposible, pero como el conejo tras la zanahoria colgando de la caña de pescar, corremos sin misericordia, exhaustas, intentando entrar en esa medida infame con la que insistimos en medirnos (y medir a los demás).

La vida se nos va y jamás somos suficientemente ALGO… Por más que nos esforzamos, siempre nos quedan faltando «cinco centavos pal peso». Somos buenas profesionales PERO no buenas amas de casa; somos buenas madres, PERO, no ganamos suficiente dinero; somos mujeres exitosas PERO, no tenemos hijos…ya ustedes me ayudarán a seguir con todos esos PEROS que nos convierten en enemigas de nosotras mismas.

Hoy, tenemos tiempo. De hecho siempre lo tenemos, pero esta vez no podemos escondernos de él. Como les decía, hoy tenemos tiempo, o para decirlo de otra manera, se nos está ofreciendo la oportunidad de mirarnos, primero, de manera benigna, amable y además de manera crítica y honesta, para que hagamos algunos ajustes a la forma como estamos viviendo o mirando la existencia. No es momento de juicios, reclamos y golpes de pecho; es momento de reflexionar y tomar decisiones. Lo digo de nuevo REFLEXIONAR (primero que todo) y luego, TOMAR DECISIONES.

Sólo por hoy

Sólo por hoy, como dice el poema del inicio, me miro al espejo y me digo que soy bella, sin importar los tontos cánones de belleza, de narices respingadas, pieles lisas, abdómenes planos, traseros perfectos. Sólo por hoy me felicito por mis luchas, que sólo yo conozco desde adentro. Sólo por hoy me honro, me aprecio y me respeto; lo merezco, sólo por el hecho de existir. Sólo por hoy doy ese paso que me llevará a un futuro incierto, que a veces coincidirá con mis planes…y a veces no. Sólo por hoy tomo un respiro de esa carrera loca en la que he convertido mi vida, me detengo, miro alrededor y agradezco.

Sólo por hoy, seré perfectamente imperfecta