Conjuro de Amor

Hemos aprendido a amar entre paradojas. Nos enseñaron que el amor verdadero no ve caras, ni cuerpos; pero también nos enseñaron que para que nos amen, no es suficiente esta cara, este cuerpo. También nos enseñaron que el verdadero amor no muere, ni con la muerte; pero también nos enseñaron que el amor tiene un verdugo sutil: la rutina. Nos enseñaron que el amor es aceptación,  respeto; pero también nos enseñaron a resignarnos al  maltrato, a la indiferencia, a la manipulación. Nos han enseñado un amor altruista, que  al mismo tiempo está enfermo de egoísmo, de culpa, de miedo.

La madurez y el amor

¿Por qué hablar de este tema en un blog para mayores de cincuenta años? Porque somos una generación intermedia, educada tanto para la sumisión, como para conocer y hacer valer sus derechos, su individualidad, sus proyectos personales. Nos movemos entre creencias que se contradicen entre sí, especialmente en el campo de las relaciones y del amor. En un momento nos sentimos víctimas y al siguiente agredimos con palabras y actitudes; nos llenamos de compasión, para luego señalar con el dedo acusador; damos todo y mucho más en nombre del amor y luego, cobramos los sacrificios que nadie nos obligó a hacer. Tener cincuenta años y más, definitivamente nos hace más sabios en diferentes aspectos, pero no tanto, como para dejar de aprender.

Y podrán estarse preguntando a dónde quiero llegar. A lo de siempre, quiero proponer que sigamos mirándonos, sin juzgarnos claro, pero con honestidad. Amarse a uno mismo puede sonar a frase «cliché», pero es el primer paso para relacionarse de manera armoniosa con las demás personas. Amarse a uno mismo no es tan simple como verse en el espejo y aceptar las canas, las arrugas, las piernas cortas, los ojos chinos, la carcajada loca, no saber contar chistes o no entenderlos, ser bueno para las matemáticas pero poco hábil para dibujar, en fin… Pero yo diría que hay que empezar por ahí. Y bueno, amar lo que nos gusta, es fácil, así como amar a quienes nos prestan atención, se parecen a nosotros y piensan de la misma manera. El verdadero reto es amar fuera de nuestra «zona de confort», aunque suene a otra frase cliché. En serio, a veces pienso que nos amamos a pedacitos, como si fuéramos un rompecabezas; me encantan mis ojos, pero odio mis brazos. Imagínense decir que uno odia sus brazos, sólo porque no están tan firmes como antes o por sus pecas. Me podrían decir que es una forma de hablar y si, es cierto, pero la palabra tiene poder. Mejor llamar las cosas por su nombre. ¿No te gustan tus brazos flácidos? Tienes varias opciones: los aceptas o tomas cartas en el asunto, pero…¿odiarlos? Y así vamos por la vida hablando sin pensar, odiando y amando, de manera ligera y luego nos quejamos de que estamos enfermos, que nuestras relaciones no funcionan, que no nos comprenden, que la vida se ha vuelto difícil.

El Amor, mejor vivirlo que definirlo

Alguien me dijo que cuando uno ama, lo sabe. No tiene que andar buscando razones para amar. Simplemente lo hace. Bella enseñanza. Para mí, el amor es mucho más que un concepto, que una emoción, que un sentimiento.

¿Recuerdan el álbum «Amor es…» de nuestra niñez?. Bueno, pues… ¿Qué tal si jugamos a «Amor no es»?

Amor no es… necesitar. Te amo, me encanta que estés en mi vida; pero si dejas de estar, seguiré teniendo una buena vida.

Amor no es… extrañar con dolor. Te amo, disfruto de tenerte cerca; cuando estas ausente, te recuerdo con alegría, a veces con un poco de nostalgia, pero también me siento bien estando en mi propia compañía y con otras personas.

Amor no es… sacrificarse. Te amo, me gusta dar lo mejor de mí, estar para ti cuando las cosas se ponen difíciles, pero entiendo que mi bienestar es tan importante como el tuyo.

Amor no es… manipular. Te amo, pero no te hago responsable, y menos aún, culpable, de mis malas decisiones, mis enfermedades, mi amargura. Me hago cargo de ellas. Y si estar juntos, no suma, tomo decisiones.

Amor no es… perseguir. Te amo y confío en ti. Tienes derecho a tus propios espacios, amistades, aficiones, tienes derecho a tu privacidad.

Amor no es… aguantar. Te amo y al mismo tiempo, me amo.

No esperes nada de nadie

Mi padre repetía con frecuencia una frase: NO ESPERES NADA DE NADIE. Y yo (en plena adolescencia), pensaba que él tenía una forma triste y negativa de ver a las relaciones. Tuve que llegar a la cincuentañez y más, para entender, que cuando espero algo de alguien,  en el fondo lo que quiero, es  que esa persona se comporte, hable, se vea, me demuestre su amor, según mis propias expectativas (si, egoísta…también humano).  Mi padre nunca habló de vivir de limosnas de amor, sino de la posibilidad de comprender,  que sólo podemos dar de lo que tenemos, enseñar lo que sabemos, compartir lo que somos. Nunca es tarde para aprender.

Conjuro de Amor

Photo by Shamia Casiano on Pexels.com

Conjuro al amor, para ser capaz de compartir, aprender, enseñar, entregar, recibir… de manera libre, amable, respetuosa, natural, espontánea.  Conjuro a un amor lleno de dicha, curiosidad, paz, libertad. Conjuro a un amor que entienda de diferencias y sea respetuoso en medio de las confrontaciones, las discusiones, los malos días.   Conjuro a un amor que sepa de incondicionalidad y  también de reciprocidad.

Conjuro a un Amor que más que definirse, se Viva.



6 respuestas a “Conjuro de Amor”

  1. Avatar de miguelangelmolano61@gmail.com
    miguelangelmolano61@gmail.com

    Anita,
    Gracias por tu escrito, siempre pertinente y al corazón…
    Un abrazo….

    Le gusta a 1 persona

    1. Gracias Miguel, por tu comentario y por leerlo 😊🙏

      Me gusta

  2. Muy válido y oportuno lo que pronuncias acerca de amar y amor no es…especialmente para las mujeres en transición en deconstruccion y construcción continúa. Las creencias y condicionamientos no atrapan en muchas ocasiones y somos presas del mal llamado romanticismo. Sin embargo es sano mantenerse atenta y despierta frente a los nuevos roles de pareja. Gracias

    Le gusta a 1 persona

    1. Gracias Liliana. Si, el romanticismo creo que se ha entendido mal el romanticismo. O tal vez tengamos que usar nuevas palabras para empezar a hablar de la magia de amor

      Me gusta

  3. Muy acertado, realmente nos han enseñado que el amor es algo que realmente no es y estamos acostumbrados a aguantar cosas por amor que nadie debería aguantar. Gracias 🙂

    Le gusta a 1 persona

    1. Gracias por tu comentario y por leerlo. Si, tienes razón, aguantar no es nada amoroso con uno mismo

      Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

«Caminante no hay camino, se hace camino al andar». Antonio Machado

Esta página es más que un lugar, es una bitácora de navegación, rutas erráticas, marcadas vivencias y reflexiones de la autora del blog y de escritores invitados. Prosa, poesía, reflexiones, escrutinios interiores, gritos de rebeldía y también gotas de sabiduría y gracia.

Newsletter

A %d blogueros les gusta esto: